El desprendimiento de retina es una condición de emergencia ocular, que consiste en una separación de la pared posterior del ojo. Esto impide que la retina envíe señales visuales al cerebro, lo que puede provocar una pérdida permanente de visión si no se trata rápidamente. Los síntomas incluyen flotadores, destellos de luz y una sombra en la visión periférica. Es muy importante recibir atención médica inmediata para evitar daños severos en la visión.
La edad avanzada y antecedentes familiares son factores de riesgo. La Degeneración de Celosía, un adelgazamiento de la retina periférica, aumenta el riesgo, así como antecedentes de desprendimiento de retina o cirugía ocular previa, como de cataratas. También puede resultar de un trauma y es un riesgo en varios deportes.
El tratamiento principal es quirúrgico con diversas técnicas para reparar el desprendimiento de retina, volver a unirla y sellar cualquier agujero o desgarro. Las reparaciones de desprendimiento de retina tienen éxito en aproximadamente 9 de cada 10 casos. Los resultados dependen de la ubicación del desprendimiento, las condiciones del paciente y la visión preoperatoria.