El ojo seco es una condición común que ocurre cuando los ojos no producen suficientes lágrimas. Puede experimentar sequedad, ardor, irritación o sensación de arena en los ojos. Los ojos secos suelen verse rojos, con lagrimeo excesivo e incluso visión borrosa. Es posible tener uno o más de estos síntomas y aun así tener ojo seco. A veces, el único síntoma es la visión borrosa recurrente.
El ojo seco puede ser causado por factores externos o problemas de salud. La disfunción tiroidea y los cambios hormonales asociados con la menopausia son causas comunes, al igual que medicamentos como diuréticos o antihistamínicos. Los usuarios de lentes de contacto, quienes se han sometido a cirugía láser o usan gotas para glaucoma también están en mayor riesgo. Además, el entorno de trabajo, especialmente para quienes usan computadoras todo el día, puede afectar la salud ocular.
El ojo seco causa incomodidad, como enrojecimiento, irritación y sensación de tener arena en los ojos. Las causas incluyen enfermedades subyacentes, medicamentos recetados, irritación ambiental, exceso de tiempo frente a pantallas y como consecuencia de algunas cirugías láser en los ojos, incluso los cambios hormonales asociados a la edad pueden causar ojo seco. En términos generales, los signos y síntomas del ojo seco incluyen:
El tratamiento del ojo seco comienza con una evaluación completa del ojo y un examen de diagnóstico, pues hay muchos factores potenciales que provocan ojo seco, por lo que parte de la evaluación incluye preguntas sobre el historial médico del paciente. Cuanta más información haya, mejor se identificará la causa de los síntomas y recomendar el tratamiento adecuado. Cabe destacar que las opciones de tratamiento suelen ser cómodas, asequibles y duraderas, además, en la mayoría de los casos, no es necesario someterse a una cirugía.