Queratocono

El queratocono afecta principalmente a personas de entre 10 y 25 años, aunque suele diagnosticarse durante la adolescencia tardía y el inicio de los 20. La probabilidad de desarrollar queratocono aumenta con factores hereditarios y alergias oculares, además suele empeorar con el tiempo, por lo que la detección temprana es esencial.

Síntomas del queratocono

La visión borrosa y distorsionada pueden ser signos de queratocono. Por ello, los exámenes oculares regulares son clave para detectarlo antes de que se convierta en un problema. Las posibles causas incluyen predisposición genética, alergias oculares, frotamiento excesivo y condiciones subyacentes que afectan los tejidos conectivos. Los síntomas pueden variar entre los ojos y progresar lentamente durante 10 a 20 años; sin embargo, en algunos casos, avanzan con rapidez, dejan cicatrices en la córnea y empeoran la visión. Entre los síntomas más habituales del queratocono:

  • Visión borrosa leve
  • Distorsiones en las líneas rectas
  • Mayor sensibilidad a la luz y al resplandor
  • Enrojecimiento e inflamación de los ojos

Tratamiento y cirugía del queratocono

Según la gravedad del queratocono, existen diferentes opciones de tratamiento. Para casos leves a moderados, serán suficientes los anteojos o lentes de contacto. Por otro lado, el cross-linking detiene la progresión del queratocono y fortalece la córnea con riboflavina y luz ultravioleta, mientras que los implantes de córnea ofrecen un soporte para mejorar la visión. Finalmente, en los casos graves con cicatrices corneales, el trasplante de córnea es una buena opción.