Las personas que padecen diabetes corren el riesgo de desarrollar retinopatía diabética y si no hay una detección y un tratamiento temprano, el daño en la retina puede ser permanente.
En las primeras etapas, presenta pocos o ningún síntoma visual, pero si no hay un tratamiento adecuado, puede causar una grave pérdida de visión e, incluso, la ceguera. Es muy importante que las personas que padecen diabetes, ya sea de tipo 1 o 2, se examinen regularmente, incluso sin síntomas visibles. Cabe destacar que aun con exámenes regulares, la retinopatía diabética puede aparecer rápidamente. Ante cualquier cambio repentino en la visión, es necesario programar un examen inmediato, sin importar la fecha del último examen ocular. Solo así es posible descartar esta condición. Existen dos tipos de retinopatía diabética:
La prevención es clave, ya que puede ser imposible reparar el daño visual causado por la retinopatía diabética una vez que comienza. Sin embargo, el daño se puede prevenir o detener con chequeos y exámenes oculares regulares. Ambos tipos de retinopatía diabética son tratables si se detectan a tiempo. Gracias a los avances en tecnología láser, medicamentos y otros tratamientos, más diabéticos pueden mantener una buena visión toda su vida, pero sólo si la retinopatía se detecta en las primeras etapas.
La principal causa de esta condición es la diabetes, debido a que el alto nivel de azúcar en la sangre puede dañar los pequeños vasos sanguíneos de la retina o incluso bloquearlos, lo que provoca diversas complicaciones.
Actualmente no existe un tratamiento para revertir el daño causado por retinopatía diabética, pero si hay una detección a tiempo, las opciones de tratamiento modernas retrasan su progresión y previenen una mayor pérdida de la visión.